Miremos a nuestro alrededor… ¿Qué vemos en esta época? Sí, así es: regalos, cintas, bolsas, etc.

Los regalos más grandes, más adornados, los de papel más bonito, con la cinta más brillante, parecen ser los más atractivos. Es difícil resistirse a la curiosidad de saber qué habrá dentro de ellos.

Imagina que en este momento hay ahí a tu lado un tremendo y hermoso regalo, adornado con grandes cintas, con un papel muy hermoso y brillante…tan tentadoramente atractivo…¿no te aguantas las ganas de abrirlo?, ¡¡¡Pues anda ábrelo!!!, ¡¡¡Quita la cinta y mete tus manos en ese envoltorio, rápido!!!… ¡¡¡Ups!! Mira cómo han quedado manchadas tus manos…¡Qué pena mi hermano, todo lo que había allí dentro era un pedazo de carbón que no ha hecho más que ensuciarte! ¿Lo habrías imaginado? Creo que no.

A veces aquello que nos ensucia el alma viene tentadora y hermosamente adornado. Es fácil así para el demonio engañarnos. El sabe de nuestra debilidad, conoce que somos curiosos casi por naturaleza. Sólo mira los llamados del comercio y del mundo, ¿hay algo de lo que te ofrecen que se muestre como algo desagradable o que podría alejarte de Dios? No ¿verdad? El consumismo, las bebidas alcohólicas, la sexualidad desordenada, las drogas, etc. Todo viene envuelto en un hermoso y engañador envoltorio, que nos hace pensar en lo bien que estaríamos si recibiéramos eso en nuestras vidas. El pecado se disfraza, toma la forma con la que pueda tentar nuestra debilidad. Por eso para ti que estás leyendo en este momento hay un llamado especial en esta época de fin de año, un llamado a estar ATENTO, a mirar con los ojos del corazón para discernir las cosas de Dios.

Vivir el PHN, es vivir día a día ATENTO a desenmascarar el pecado y decir NO, Por Hoy No voy a pecar. Esa es la mejor forma de preparar tu vida para vivir este nuevo año de manera diferente.

¡¡Fuerza hermano, no estás sólo en esta lucha!! un abrazo y a estar ATENTO!!

PHN en la cabeza y en el corazón!!

Esteban Guajardo C.

Familia Canción Nueva Chile

Nadie puede ser esclavo de sí mismo

La sexualidad no es una parte aislada del ser humano, esta abarca lo síquico, corpóreo, afectivo y sexual de nuestro ser. Cuando se piensa en la sexualidad se recuerda al hombre en toda su integridad.

Por eso, cuando nos referimos a la sexualidad humana, el hombre es alcanzado en todos los niveles: genital, afectivo, síquico, espiritual. Porque la sexualidad es un componente fundamental de la personalidad humana. Integra al hombre con su Creador. Esta integridad está herida hoy en día, pues el ser humano está perdiendo la referencia,  lo que debía estar integrado se ha dividido y ha caído sólo en un aspecto: la genitalidad.

Sexualidad no es sólo genitalidad, va mucho más allá. Pero hoy el hombre sólo ha vivido y caído en la práctica equivocada de la genitalidad. Está viviendo una crisis de identidad sexual. No hay más una definición de personalidad; busca asumir otra, que  no es la que le fue dada por el Creador.

“Se hace necesario una constante y vigilante atención para evitar toda forma de reduccionismo o banalización de la sexualidad. Es, por ejemplo, más amplia que la genitalidad como elemento aislado. En primer lugar está la persona humana en su integridad. Esta no puede ser reducida a la condición de objeto, ni de simple placer, ni de consumo, ni de propiedad, ni de descarte. No puede ser/estar desvinculada de la comunidad, en la que crece tejiendo lazos de solidaridad y de compromiso, condición de humanización y de sociabilización” (Frey Nilo Agostini- Sexualidad humana).

Con todo esto, el ser humano de hoy tiene marcas profundas en su sexualidad en todos los niveles de su vida. Estamos viviendo en una sociedad enferma, donde lo que cuenta es sólo el sexo, lo genital, vivido de cualquier manera. Miremos nuestra vida, ¿qué es lo que nos ha llevado a la muerte espiritual y física? Es un mundo pornográfico, donde lo que cuenta es el sexo en muchos lugares de la sociedad.

¿Cuándo vamos a despertarnos y ver que todo esto nos ha herido profundamente, con marcas  que estamos cargando hace tanto tiempo?

El hombre no fue ni es llamado a ser instrumentalizado por su órgano genital, ni a volverse objeto de los deseos de los demás, sino que está llamado a la vida en plenitud, que solamente el Señor puede dar. Nadie puede ser esclavo de sí mismo, principalmente del sexo.

Vivimos una pasividad con las cosas que están sucediendo, que creemos que todo es normal y que todo está bien. Mientras tanto, estamos deformándonos física, espiritual y sicológicamente. No sabemos más quienes somos, perdimos nuestra referencia, nuestra identidad de hijo (a) de Dios, de hombre, de mujer. Queremos vivir una cosa que está fuera de nuestra naturaleza, de lo que Dios creó para nosotros. (Gn1, 27)

Padre Reinaldo Cazumbá
Comunidad Canción Nueva

Dios quiere hablar con nosotros sobre las cosas que no vienen de Él.

La oración constituye uno de los elementos fundamentales de nuestra vida espiritual. Santa Teresa de Ávila afirma: “Quien reza se salva; quien no reza se condena”. La mayor gracia que poseemos, la cual se nos fue dada en el bautismo, es podes llamar a Dios de “Padre”, podemos y debemos llamarlo así, porque somos sus hijos en el Hijo.

Si somos hijos– ¡y lo somos! – necesitamos estar constantemente en la casa del Padre, pues el lugar de los hijos es en casa junto con el Padre. Jesús es éste que siempre se encuentra retirado en profunda oración a Dios.

¿Y que es la oración? Los discípulos quieren aprender y preguntan al Señor Jesús como rezar. La oración es el coloquio de amor entre dos personas que se aman; es el diálogo más profundo de la vida y del alma con Dios, en la certeza de que podemos derramar nuestra vida – con todo lo que compone – en la presencia de Dios – amor.

La esencia de mi oración jamás será la fidelidad – siempre estoy en oración. Jamás será la fidelidad – siempre estoy en oración. Jamás será la piedad – estar todo entero en la oración. Todo eso es consecuencia de la oración. La esencia de la oración es la verdad, mi verdad acerca de todo aquello que soy, vivo y estoy sintiendo. En verdad, reza quien toma la actitud de rasgar las vestiduras en la presencia del Señor. Los mayores hombres y mujeres de la Sagrada Escritura siempre tomaran la decisión de rasgar las vestiduras delante de Dios todopoderoso. ¿Qué significa rasgar las vestiduras? Significa desnudarse delante de Dios Padre: significa arrancar las máscaras de hipocresía delante del Señor, igual al publicano que sube al templo para rezar.

El asunto que el Señor quiere tratar con nosotros no es sobre nuestras cualidades, nuestros dones, sobre lo que tenemos de maravilloso y santo. Todo eso, a lo sumo, el Señor quiere que vayamos a agradecer y a colocar al servicio de los hermanos, pues todo lo vino de Él; es gracia, es don. Lo que el Señor quiere hablar con nosotros es de lo que está en nosotros que no vino de Él – nuestros pecados, nuestras miserias, nuestras infidelidades, nuestras heridas… Porque Él quiere transformar todo eso – al sanar nuestro corazón – en don, en carisma, en vida para dar vida a los otros.

La oración de Nuestro Señor  estaba constituida por un polo totalizante, o sea, rezaba toda la vida. Todo era oración para Cristo; todo era materia prima de encuentro con el Padre. El motor de nuestra oración es la confianza. Jesús confía en el Padre, o sea, Él quiere enseñarnos que del Padre solo puede venir lo que hay de mejor para nuestra salvación y realización. Debemos confiar, porque ¿puede un padre dar cosas malas a sus hijos? Si puede, nos convencemos de una cosa: este es todo, menos padre, porque del padre – si este es verdaderamente un padre – solo puede venir cosas maravillosas.

El “recipiente”, que tomará todas estas maravillas y que el Padre derrama sobre sus hijos, se llama confianza. Con confianza, pidamos y recibiremos. ¡Jesús, en Vos confío!.

Padre Pacheco.
Comunidad Canción Nueva.

Fuente: cancionnueva.com.es

“Amor”, una palabra que muchas veces ha perdido su sentido más profundo: unos dicen que el amor es un sentimiento, otros dicen que el amor no es para toda la vida, algunos dicen “te amo” a una persona que conocieron en una noche, hay personas que dicen irónicamente “mira, amor…” o aquellos que deberían decirse “te amo” no lo hacen, como los esposos, los hermanos, los padres a sus hijos, etc…

¿Quien nos puede decir algo sobre el amor?

La propia Palabra de Dios:

En primer lugar, “Dios es amor” ( 1 Jn 4, 8), fue Él quien nos amó primero (1 Jn 4, 19). Si nosotros le amamos es porque solo estamos respondiendo a ese amor de Dios. Si yo no conozco a una persona, ¿cómo podré amarla? Dios nos ama puesto que Él nos conoce ya que Él nos creó.

Y ¿en qué consiste el amor?
El amor no consiste en que nosotros lo hayamos amado, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de expiación por nuestros pecados” (1 Jn 4, 10)

Ahora, Dios nos ama, nosotros amamos a Dios, pero yo también debo amar a Dios en mi hermano, pues de lo contrario, habría incoherencia de nuestra parte.

Si nos detenemos a pensar bien, nosotros hemos experimentado que Dios es bueno, amoroso con sus hijos, tal vez nada malo nos haya sucedido o nada nos falte. Pero esto es solo una manifestación del cariño de Dios, puesto que Él es todo amor, toda bondad. Sin embargo, su amor es mucho más que todo eso. Todo puede faltar, puede venir el hambre, la desnudez, las persecuciones, el martirio, la muerte, etc, pero aún así Dios nos sigue amando. Pero, tal vez te preguntes,  ¿no que Dios es todo amor?. Sí, solo que el AMOR ES LA SALVACIÓN QUE DIOS NOS HA DADO. TODO PUEDE FALTAR, PERO JAMÁS FALTARÁ SU SALVACIÓN. ESE ES EL AMOR DE DIOS. (Cf. Rm 8, 35ss)

Como dice la canción de Martín Valverde “mira la cruz, esa es mi más grande prueba”.

“PORQUE TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO QUE DIO A SU HIJO UNIGÉNITO, PARA QUE TODO EL QUE CREA EN ÉL NO PEREZCA, SINO QUE TENGA VIDA ETERNA” (Jn 3, 16)

Antes de pensar en el amor o de hablar sobre el Amor, comienza a pensar en Aquel que es el Amor.

Dios te bendice!

Daniel Galaz

en el día de los Ángeles Custodios, una reflexión de nuestro Fundador…

… están con la espada desenvainada para protegerte

El arma es pedir la acción de los ángeles para defendernos, defender a nuestros hijos, nuestro cónyuge, defendernos de las personas que nos quieren hacer mal, de los enemigos, de las drogas, de la sexualidad desordenada y del alcoholismo. Sea cual fuere la situación nunca estaremos solos. Mientras que el  ángel malo, quiere burlarse de nosotros. Especialmente de aquellos que están en el camino del Señor y le dan mucho trabajo. Te quiere derrumbar y después refregarte en la cara lo que haces mal. ¡No podemos permitírselo!

El apóstol Pedro estaba ante algo imposible, pero la comunidad estaba en oración. ¡Por eso, no te desanimes! Quizá hasta hoy el enemigo de Dios sólo se ha burlado de ti y de tu familia, de tu matrimonio, de la situación de tus hijos y hasta de tu situación económica porque tú confiáis en Dios. ¡No te desanimes! Pide la gracia que necesitas al Señor, con confianza!

No pierdas de vista lo que sucedió con San Pedro: había dos soldados junto a él y otros cuatro pelotones de cuatro soldados en la prisión, en la salida de la prisión y fuera de ella. Estaban despiertos y el ángel retiro al apóstol de entre ellos sin que se dieran cuenta. Es así que el Señor te quiere liberar: por medio de los ángeles que puso en tu casa y, especialmente, de tu ángel de la guarda. Ellos son guerreros con la espada desenvainada y están a tu servicio para protegerte y guardarte.

¡Dios te bendiga!

Tu hermano

Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva