Queridos Hermanos!!!!

3 misioneros (P. Paulinho, Ritinha y Petter) visitarán nuestro país, entre el 13 al 17 de Mayo. En el siguiente video, Petter nos hace una invitación para participar de los Encuentros.

JUEVES 13 de MAYO
19:00 hrs.
Misa y Adoración
Lugar: CATEDRAL DE SANTIAGO
Metro Plaza de Armas

SÁBADO 15 de MAYO
14.00 hrs.
ENCUENTRO CARISMA CANCIÓN NUEVA
Capilla Jesús de Nazaret. Villa Alemana

DOMINGO 16 de MAYO
12:00 hrs. en adelante
ENCUENTRO CARISMA CANCIÓN NUEVA Y MISA DOMINICAL
Lugar: Capilla Colegio Santa Teresita del Niño Jesús
Maturana 731, Santiago Centro
Metro Cumming

Consultas 07/739 4708

Los Esperamos!!!

Queridos Hermanos:
Chile recibirá la visita de 3 misioneros de la Comunidad Canción Nueva entre los días 13 al 17 de Mayo.
La programación contempla encuentros en Santiago y la Diócesis de Valparaíso.

En esta oportunidad, se dará a conocer y aprofundar en el Carisma Canción Nueva. Los encuentros, comenzarán con una Misa en la Catedral de Santiago, a las 19 hrs, a la cual todos están invitados. Pronto daremos la información completa. 

 

Dios bendiga este tiempo de gracia.
Daniel Galaz
Comunidad Canción Nueva

Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián, llevó una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb.
Allí se le apareció el Ángel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse, 3 Moisés pensó: “Voy a observar este grandioso espectáculo. ¿Por qué será que la zarza no se consume?”.
Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino para mirar, lo llamó desde la zarza, diciendo: “¡Moisés, Moisés!”. “Aquí estoy”, respondió él.
Entonces Dios le dijo: “No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa”.
Luego siguió diciendo: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios.
El Señor dijo: “
Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos.
Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos. 
El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo son oprimidos por los egipcios. 
Ahora ve, yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas”. (Ex 3, 1-10)

De este texto bíblico, podemos desprender algunas ideas que nos ayudan a entender la vocación de Moisés, y nuestra propia vocación.

1. Moisés, como cada día, llevaba a las ovejas a pastar. Era un día cualquiera. Sin embargo, esa vez se decidió llegar hasta el monte Horeb. Fue Dios quien le habló, no fue Moisés que fue con la intención de “ser llamado” por Dios, fue una iniciativa generosa de Dios. Así sucede con nosotros. No fuimos nosotros quienes escogimos a Dios, fue Él quien nos escogió primero. Y el llamado de Dios muchas veces acontece en el día a día, dentro de nuestras actividades normales. Es ahí donde Dios se manifiesta, pero también depende de que nosotros queramos escuchar la voz de Dios, de subir a la montaña de Dios, ir más allá.

2. Dios habló en una zarza, que ardía, pero no se consumía. Cuando escuchamos la voz de Dios, nuestro corazón arde, es llenado por un fuego que quema, pero no ‘destruye’, al contrario, construye, va haciendo todo de nuevo, va edificando nuestro corazón.

3. Dios llamó a Moisés por su nombre. Es así cómo Dios nos llama, por nuestro nombre. Me identifico y nos identifican por nuestro nombre. Dios nos conoce, no llama a otro, TE LLAMA A TI, no a otros, no llama a un montón de personas, a una masa. Nos llama individualmente.

4. Cuando le decimos a Dios, aquí estoy, o heme aquí, como le dijo Moisés, Él nos invita a descalzarnos, a despojarnos. Reconocemos la grandeza de Dios y nuestra pequeñez. Como María, decimos: “ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava” (Lc 1, 48) El Dios que nos llama, es un Dios que está vivo, por eso dice: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, Isaac y el de Jacob.

5. Cuando Dios llamó a Moisés, lo llamó para una misión. Dios vio la realidad de su pueblo: eran esclavos, era un pueblo que sufría. Y Dios, le encomienda liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Dios, HOY, ve la realidad de su Iglesia, de su Pueblo, o de alguna situación particular, y te llama a ti para anunciar la Buena Nueva, a través de un carisma específico.

Qué lindo es el sueño que Dios tiene con cada uno de nosotros. Seamos dóciles a su llamado. No tengas miedo. Su voluntad, es nuestra felicidad. Él nos destinó a ser santos, a ser felices, y a ser a los demás felices también.

Dios te bendice!

Canción Nueva (Canção Nova), es una Comunidad, creada por Dios, para la formación de hombres nuevos para un mundo muevo con base en el Evangelio. Su carisma, es un don del Espíritu Santo que nace de la necesidad de la propia Iglesia, y de la fuerza invisible que impulsa el proyecto pastoral del Monseñor Jonas Abib, el cual como el dice, no salió de su cabeza, sino de la generosidad del Señor.

Missionários da Canção Nova em formação na Fazenda Morada do Sol, em Areias (SP)

Canção Nova Misioneros en la formación de la Fazenda Morada do Sol, em Areias (SP)

“Somos llamados antes que todo a tornarnos hombres y mujeres de Dios. En todo lo que realizamos y hacemos, llevamos las marcas de lo que somos. Nuestro perfil se define así: orante, fraterno y trabajadores. Profesionales de Cristo. Si Dios creo a alguien Canción Nueva, esta persona posee, por lo menos en embrión, lo que acaba de ser nombrado arriba”, Destaca el Fundador de la Comunidad Canção Nova.

Sana convivencia

Hombres y mujeres casados, solteros, sacerdotes, y célibes, respetándose como hermanos en sus diferencias es una marca de Canción Nueva. Un mundo tan sexualizado y repleto de malicia, hombres y mujeres viven juntos, probando que el evangelio funciona. “No necesitábamos vivir juntos, pero Dios quiso que viviésemos así, para decir a todos los muchachos y chicas que es posible ser casto en el siglo XXI”, afirma el fundador de la Comunidad.

Pobreza

Los misioneros de Canção Nova, son llamados a vivir la pobreza en su plenitud, ósea, ya no vivimos para nosotros mismos, sino para Él, y por consecuencia, para aquellos a quienes Dios nos destinó” revela Monseñor Jonas, recordando todavía que todo en esta obra de Dios esta al servicio de la Evangelización.

Autoridad y submisión

Toda autoridad viene de Dios y para que exista sumisión debe haber autoridad. La verdadera sumisión, es salir de si mismo, para hacer aquello que Dios quiere. Él usa a las personas para manifestar su voluntad. Por lo tanto aquel que quiere servir al Señor, queriendo o no, tiene que aceptar ser sumiso a alguien constituido por el propio Dios. Estos son algunos de los principios de vida de Canción Nueva: obedecer de la forma de María y obedecer de la forma de Jesús.

Vivir reconciliado

Esta actitud implica en dar el primer paso para perdonar. Al hablar abiertamente al otro sobre posibles diferencias, reconquistar la armonía, y establecer las condiciones para que la Divina Providencia pueda actuar. “Hay mil motivos para desentendernos, pero que no se ponga el sol sobre nuestro resentimiento” (cf. Ef 4,26) sobre nuestro enojo, nuestro desentendimiento” recuerda el fundador de la Comunidad Canção Nova, afirmando todavía que si la providencia Divina está faltando es porque alguna cosa no esta bien entre los miembros de la Comunidad.

Amor y adoración

Esta pre-condición espiritual, nacida en la casa de María, en Queluz (SP) de Canción Nueva, por medio del recordado padre Paulo Figueredo, proporciona a la comunidad la comprensión del misterio de Dios. “Solo encuentra el camino, quien se postra delante del misterio. Al hacer eso, nuestra alma se tranquiliza y sentimos que nuestro deseo mas profundo fue finalmente realizado” dice Monseñor.

Vida fraterna

La convivencia comunitaria fortalece los lazos espirituales más que los de sangre, prevaleciendo el sentimiento de verdaderos hermanos.

Compatir en la transparencia

Esos son los sentimientos que dan el norte al relacionamiento entre los misioneros de fe de la Comunidad Canción Nueva, buscando compartir tristezas, miedos y alegrías, a fin de alcanzar el autoconocimiento y de los hermanos.

Divina Providencia

Es uno de los principales legados espirituales de Canção Nova, la Providencia Divina, acción mediante la cual Dios conduce los acontecimientos y las criaturas. De ahí, todo consagrado se vale de este carisma para interpretar en los hechos, la voluntad de Dios viviendo de modo simple y con lo necesario. “Nuestra confianza nunca estuvo en ninguna empresa, banco, comercio, o en la política. Vivimos en la total dependencia de Dios. Se en quien puse mi confianza” concluye el fundador de la Comunidad Canção Nova, Monseñor Jonas Abib.

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Las multitudes siguieron a Jesús. Él proclamaba el Reino de Dios y sanaba a los enfermos. Pero, ya llegando al término del día, los discípulos querían que Jesús despidiera a la muchedumbre para que pudieran descansar y alimentarse. Pero Jesús les dice: “Ustedes mismos dénles de comer”. No había más que cinco panes y dos peces para unos cinco mil hombres. Y Jesús, pronunció la bendición y aconteció el milagro. Sobraron 12 cestos de los pedazos que sobraron.

 

Sin los cinco panes y dos peces, no acontece el milagro. No porque Jesús no pueda obrar, pues nada es imposible para Él, pero Él necesita de nuestra parte.

Tal vez nuestros cinco panes y dos peces sea sólo nuestro sí al Señor: el deseo de predicar, de evangelizar, de orar por los hermanos. O aún más simple, el de barrer la capilla, adornar la Iglesia, limpiar los baños, ser quien tenga las llaves de la parroquia. En esa simplicidad, Jesús actúa y multiplica tu servicio, carisma, don recibido…para alimentar a un pueblo hambriento de escuchar la Palabra de Dios.

O al revés. Te han encomendado una gran misión, y crees que no eres capaz. Incluso, puedo decirte: “no eres capaz, pero Dios te capacita”. Pues si todo lo haríamos nosotros, nosotros haríamos el milagro de la multiplicación, y no Jesús.

El mundo está hambriento, hay que saciar su hambre de Dios. Y Jesús te encomienda esa misión a ti. Confiémos que Él hará todo lo demás. Tú solo dile “sí” y verás cómo sobrarán doce canastos con pedazos de pan.

Dios te bendice,
Daniel Galaz
Comunidad Canción Nueva