Canción Nueva (Canção Nova), es una Comunidad, creada por Dios, para la formación de hombres nuevos para un mundo muevo con base en el Evangelio. Su carisma, es un don del Espíritu Santo que nace de la necesidad de la propia Iglesia, y de la fuerza invisible que impulsa el proyecto pastoral del Monseñor Jonas Abib, el cual como el dice, no salió de su cabeza, sino de la generosidad del Señor.

Missionários da Canção Nova em formação na Fazenda Morada do Sol, em Areias (SP)

Canção Nova Misioneros en la formación de la Fazenda Morada do Sol, em Areias (SP)

“Somos llamados antes que todo a tornarnos hombres y mujeres de Dios. En todo lo que realizamos y hacemos, llevamos las marcas de lo que somos. Nuestro perfil se define así: orante, fraterno y trabajadores. Profesionales de Cristo. Si Dios creo a alguien Canción Nueva, esta persona posee, por lo menos en embrión, lo que acaba de ser nombrado arriba”, Destaca el Fundador de la Comunidad Canção Nova.

Sana convivencia

Hombres y mujeres casados, solteros, sacerdotes, y célibes, respetándose como hermanos en sus diferencias es una marca de Canción Nueva. Un mundo tan sexualizado y repleto de malicia, hombres y mujeres viven juntos, probando que el evangelio funciona. “No necesitábamos vivir juntos, pero Dios quiso que viviésemos así, para decir a todos los muchachos y chicas que es posible ser casto en el siglo XXI”, afirma el fundador de la Comunidad.

Pobreza

Los misioneros de Canção Nova, son llamados a vivir la pobreza en su plenitud, ósea, ya no vivimos para nosotros mismos, sino para Él, y por consecuencia, para aquellos a quienes Dios nos destinó” revela Monseñor Jonas, recordando todavía que todo en esta obra de Dios esta al servicio de la Evangelización.

Autoridad y submisión

Toda autoridad viene de Dios y para que exista sumisión debe haber autoridad. La verdadera sumisión, es salir de si mismo, para hacer aquello que Dios quiere. Él usa a las personas para manifestar su voluntad. Por lo tanto aquel que quiere servir al Señor, queriendo o no, tiene que aceptar ser sumiso a alguien constituido por el propio Dios. Estos son algunos de los principios de vida de Canción Nueva: obedecer de la forma de María y obedecer de la forma de Jesús.

Vivir reconciliado

Esta actitud implica en dar el primer paso para perdonar. Al hablar abiertamente al otro sobre posibles diferencias, reconquistar la armonía, y establecer las condiciones para que la Divina Providencia pueda actuar. “Hay mil motivos para desentendernos, pero que no se ponga el sol sobre nuestro resentimiento” (cf. Ef 4,26) sobre nuestro enojo, nuestro desentendimiento” recuerda el fundador de la Comunidad Canção Nova, afirmando todavía que si la providencia Divina está faltando es porque alguna cosa no esta bien entre los miembros de la Comunidad.

Amor y adoración

Esta pre-condición espiritual, nacida en la casa de María, en Queluz (SP) de Canción Nueva, por medio del recordado padre Paulo Figueredo, proporciona a la comunidad la comprensión del misterio de Dios. “Solo encuentra el camino, quien se postra delante del misterio. Al hacer eso, nuestra alma se tranquiliza y sentimos que nuestro deseo mas profundo fue finalmente realizado” dice Monseñor.

Vida fraterna

La convivencia comunitaria fortalece los lazos espirituales más que los de sangre, prevaleciendo el sentimiento de verdaderos hermanos.

Compatir en la transparencia

Esos son los sentimientos que dan el norte al relacionamiento entre los misioneros de fe de la Comunidad Canción Nueva, buscando compartir tristezas, miedos y alegrías, a fin de alcanzar el autoconocimiento y de los hermanos.

Divina Providencia

Es uno de los principales legados espirituales de Canção Nova, la Providencia Divina, acción mediante la cual Dios conduce los acontecimientos y las criaturas. De ahí, todo consagrado se vale de este carisma para interpretar en los hechos, la voluntad de Dios viviendo de modo simple y con lo necesario. “Nuestra confianza nunca estuvo en ninguna empresa, banco, comercio, o en la política. Vivimos en la total dependencia de Dios. Se en quien puse mi confianza” concluye el fundador de la Comunidad Canção Nova, Monseñor Jonas Abib.

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Fundador de la Comunidad Canción Nueva

 La música católica es una punta de lanza en la evangelización. Y por ser punta fina, penetrante, abre brecha y no hay nada que a ella resista. Con la música viene el poder de Dios y esa punta de lanza penera los corazones más endurecidos. No son apenas emociones que la música produce, sino es el poder de Dios, la presencia del Espíritu Santo y de los ángeles a través de la música. En la música de Dios están los ángeles, que van en esa punta aguda de la lanza. Ellos penetran los corazones. No es la belleza de la secuencia de acordes, es el poder de Dios, son los propios ángeles que van abriendo el corazón de aquellos que la escuchan.

Después que la punta de lanza entró, el resto entra. Hasta la misma lanza entera, como sucedió en el corazón de Jesús. La punta de lanza entró y entera se clavó: abrió una brecha en el corazón de Jesús. Y esa brecha estará abierta eternamente. Por eso, la música no puede ser llevada de cualquier manera.

La música prepara el ambiente para la acción del Espíritu Santo, para llenar, con la presencia de los ángeles, el lugar donde la música de Dios es cantada. Cuando se canta la música de Dios, los ángeles vienen cantan, alaban!

En cuanto hubiera adoración y alabanza de hombres, va a acontecer alabanza y adoración de los ángeles. Habrá un espíritu de alabanza y de adoración. Habrá poder de Dios sobre aquellas personas y ellas serán tocadas. El poder de Dios se manifiesta. “Entonen juntos salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y celebrad al Señor con todo vuestro corazón”. (Ef 5,19)

El Señor sabe muy bien el efecto que la música tiene sobre nosotros. Muchas veces, en el Antiguo y Nuevo Testamento, la orden de Dios es: “Cantad al Señor un canto nuevo”. (Sal 96,1)

Existe una “Canción Nueva”, una música nueva, que es del hombre nuevo, de la nueva creatura, de un mundo nuevo. Es la música de Dios que hace nueva todas las cosas. Existe igualmente una “canción vieja”, la música del hombre viejo, de la vieja criatura. Si la “Canción Nueva” hace un gran bien, se contruye en nosotros un hombre nuevo, la música vieja siempre causa estragos, es un elemento destructor del hombre nuevo.

En la vida del homrbe nuevo solo hay lugar para una “canción nueva”. La música vieja, mundana, alienante, sensual y provocadora solo puede ser desterrada. Para no guardar material explosivo, será necesario seleccionar los CDs, DVDs de música de este tipo.

Por causa de nuestra vida cristiana, necesitamos tener la mente y los pensamientos de Cristo. Es imposible implantar la mente y los sentimientos de Cristo en un terreno lleno de lodo de una música mundana.

Fuimos creados para cantar la gloria de Dios. Necesitamos ensayar desde ahora. Hay poco tiempo de ensayo. Luego, luego, el Maestro vendrá y no tardará.

Dios te bendiga!

Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva

Traducción: Daniel Galaz
http://blog.cancaonova.com/ministeriodemusica