Mientras en distintos puntos del país se realizan vigilias de oración que concluirán con el rescate del último minero, un pueblo agradecido y emocionado ha seguido al detalle la operación “San Lorenzo”, como se ha bautizado este rescate en homenaje al diácono y mártir, patrono de los mineros.

La gratitud a Dios se plasma con especial transparencia en las palabras de los familiares, de las autoridades, y de los propios mineros cuando son izados a la superficie. Algunos han elevado plegarias apenas son liberados de la cápsula Fenix 2 que les ha rescatado.

Los obispos han invitado a las comunidades a mantenerse en oración y a dar gracias al Dios de la vida por este momento pascual del que somos testigos.

Fuente: Prensa CECh

Copiapó, 13/10/2010