Dios, Padre y Pastor
de todos los hombres,
Tú quieres que no falten hoy día,
hombres y mujeres de fe,
que consagren sus vidas
al servicio del evangelio
y al cuidado de la Iglesia.

Haz que tu Espíritu Santo
ilumine los corazones,
y fortalezca las voluntades de tus fieles,
para que, acogiendo tu llamado,
lleguen a ser los Sacerdotes y Diáconos,
Religiosos, Religiosas y Consagrados
que tu Pueblo necesita.

La cosecha es abundante, y los operarios pocos.
Envía, Señor, operarios a tu mies.

Amén

Eliana Ribeiro, consagrada de la Comunidad Canción Nueva, nos canta en español “Un Consagrado”.

Dios los bendice!

¿A qué es lo que te llama el Señor, cuál es Su voluntad?. ¿No te has preguntado todavía, no sabes para dónde va tu vida?
En este programa compartimos con Gustavo, hermano argentino que estaba de visita en nuestra comunidad, el tema de la Vocación al Sacerdocio…puede ser que el Señor te esté llamando a ser su Sacerdote…estás dispuesto?

Dios te bendice!

Daniel Galaz
Comunidad Canción Nueva

De “Tomás, el Musical”, dejamos con ustedes esta hermosa canción vocacional…’Un llamado especial’.
Todos tenemos un llamado a entregarle nuestras vidas a Dios, a ser de Él, a ser santos…pero a otros, Él los llama a consagrar su vida, para amar solo a Dios y a su Iglesia.

Dios los bendice!

Daniel Galaz
Comunidad Canción Nueva

En el día 3 de setiembre de 1949, yo estaba partiendo para entrar en un seminario de los Salesianos en Lavrinhas – Brasil

Estaba determinado, pero no fue fácil dejar mi casa, mi padre, mi madre, mi hermano y principalmente mi primera hermana, que en aquella época tenía solamente un año de edad.

Antes de su nacimiento, mama había contraído tuberculosis. En aquel entonces, la tuberculosis era una enfermedad difícil de tratarse, ella sufrió durante siete años. Aun enferma mi madre ayudaba a mi padre. Ella trabajaba como modista: era un tipo de costura pesada: cosía ropas para el ejército.

Durante el tratamiento, por determinación de la doctora, ella no podía quedar embarazada. Lo logró durante un buen tiempo, pero después de siete años ella se embarazó. Cuando fue al médico, él dijo: “La señora no podía embarazarse. Vuelva al hospital mañana y nosotros haremos el aborto del niño”. Mi madre respondió: “No doctor, no lo haré”

Ella miró fijamente al doctor y no dudó: “Si usted no quiere ayudarme, está bien. Estoy volviendo a casa y no vengo más aquí. Muchas gracias por todo. Pero yo no abortaré”. Mamá fue muy determinada. Este fue el médico que cuidaba de ella hacía más de siete años.

Fue junto a otro médico que, por providencia, la recibió muy bien y le dijo: “Mi hija, vas a lograrlo. Yo te ayudaré. Tu actitud de no querer abortar a este niño fue correcta” .

Mamá permaneció firme y determinada durante todo su embarazo. Y nació mi primera hermana, María. Después del nacimiento, mamá quedo completamente curada de la tuberculosis y no necesitó volver al médico.

Debemos reconocer las consecuencias de nuestras decisiones. […] El Señor realiza grandes obras, a partir de un sencillo sí que damos.

Texto extraído del libro “Vocación: Un desafió de amor”
Mons Jonas Abib. Fundador de la Comunidad Canción Nueva