La actitud de un ministro no puede ser nunca autoritaria...

La actitud de un ministro no puede ser nunca autoritaria, sino misericordiosa y comprensiva.

 

El Santo Padre celebró  su tradicional audiencia general, en la Plaza de San Pedro.

En la presencia de varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países, deseosos de escuchar su catequesis y de recibir su bendición apostólica.

Al saludar a los peregrinos de lengua española, el Pontífice aprovechó la oportunidad para expresar a los mexicanos su cercanía “en este momento doloroso, de la legal desaparición, pero sabemos, asesinato – dijo – de los estudiantes”.

Añadió que “se hace visible la realidad, dramática, de toda la criminalidad que existe detrás del comercio y tráfico de drogas.Estoy cerca de ustedes y de sus familias”.

También manifestó que le agradó ver a un grupo de militares chilenos.

“En estos días – afirmó el Papa – en que estamos conmemorando el 30º aniversario de la firma del tratado de paz, de Argentina y Chile.  Los límites ya están claros. No nos vamos a seguir peleando por los límites.

Nos vamos a pelear por otras cosas, pero no por eso. Pero hay una cosa que quiero hacer notar: esto se dio gracias a la voluntad de diálogo.

 “Ojalá –  todos los pueblos que tengan conflictos, de cualquier índole, sean limítrofes, culturales, se animen a solucionarlos en la mesa del diálogo y no en la crueldad de una guerra”.

Refiriéndose a lo que se pide a los obispos, presbíteros y diáconos para que su servicio sea auténtico y fecundo en la Iglesia.

El Papa Francisco recordó que San Pablo enumera en sus cartas algunas cualidades humanas, esenciales para estos ministerios: la acogida, la sobriedad, la paciencia, la afabilidad y la bondad de corazón.

Cualidades, todas estas que hacen posible que su testimonio del Evangelio sea alegre y creíble.

También destacó que el Apóstol recomienda reavivar continuamente el don que han recibido por la imposición de manos.

Afirmó que la conciencia de que todo es don, todo es gracia, los ayuda a no caer en la tentación de ponerse en el centro y de confiar sólo en ellos mismos.

Porque como dijo el Obispo de Roma:“uno no es obispo, presbítero o diácono porque sea más inteligente o tenga más talentos que los demás, sino en virtud del poder del Espíritu Santo y para el bien del santo Pueblo de Dios”.

De modo que la actitud de un ministro no puede ser nunca autoritaria, sino misericordiosa, humilde y  comprensiva. De ahí la invitación del Pontífice a dar gracias a Dios por las personas que ejercen un ministerio de guía en la Iglesia y la hacen crecer en santidad. “Recemos – dijo Francisco – para que sean siempre imagen viva del amor de Dios”.

 

Texto completo del resumen de la catequesis del Papa en nuestro idioma:

Queridos hermanos y hermanas:

En la catequesis de hoy, nos preguntamos qué se pide a los obispos, presbíteros y diáconos para que su servicio sea auténtico y fecundo.

San Pablo, en sus cartas pastorales, además de una fe firme y una vida espiritual sincera, que son la base de la vida.

Enumera algunas cualidades humanas, esenciales para estos ministerios: la acogida, la sobriedad, la paciencia, la afabilidad, la bondad de corazón…

Cualidades, que hacen posible que su testimonio del Evangelio sea alegre y creíble.

El Apóstol recomienda, además, reavivar continuamente el don que han recibido por la imposición de manos.

La conciencia de que todo es don, todo es gracia, los ayuda a no caer en la tentación de ponerse en el centro y de confiar sólo en ellos mismos.

Uno no es obispo, presbítero o diácono porque sea más inteligente o tenga más talentos que los demás, sino en virtud del poder del Espíritu Santo y para el bien del santo Pueblo fiel de Dios.

La actitud de un ministro no puede ser nunca autoritaria, sino misericordiosa, humilde y  comprensiva.

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México.

Quiero de alguna manera expresar a los mexicanos, a  los aquí presentes y a los que están en la patria, mi cercanía en este momento doloroso, de la legal desaparición, pero sabemos, asesinato, de los estudiantes.

Se hace visible la realidad, dramática, de toda la criminalidad que existe detrás del comercio y tráfico de drogas. Estoy cerca de ustedes y de sus familias. Guatemala, Chile.  Me agradó ver a este grupo de militares chilenos.

En estos días en que estamos conmemorando el 30º aniversario de la firma del tratado de paz, de Argentina y Chile. Los límites ya están claros.

No nos vamos a seguir peleando por los límites. Nos vamos a pelear por otras cosas, pero no por eso. Pero hay una cosa que quiero hacer notar: esto se dio gracias a la voluntad de diálogo.

Solamente cuando hay voluntad de diálogo se solucionan las cosas, y quiero también elevar un pensamiento de gratitud a san Juan Pablo II y al cardenal Samoré, que tanto hicieron para lograr esta paz entre nosotros.

Ojalá todos los pueblos que tengan conflictos, de cualquier índole, sean limítrofes, culturales, se animen a solucionarlos en la mesa del diálogo y no en la crueldad de una guerra.

Saludo a todos los ciudadanos de los demás países latinoamericanos presentes.

Invito a todos a dar gracias a Dios por las personas que ejercen un ministerio de guía en la Iglesia y la hacen crecer en santidad.

Recemos para que sean siempre imagen viva del amor de Dios. Muchas gracias.

Fuente:  Radio Vaticana 2014-11-12