Canción Nueva vive un momento formativo con el Nuncio Mons. Vincenzo Turturro
La Comunidad Canción Nueva Paraguay vivió un hecho histórico el pasado sábado 9 de noviembre, ya que tuvo la enorme bendición de tener un momento formativo con el Nuncio Apostólico de Paraguay, Mons. Vincenzo Turturro, la cual estuvo marcada por momentos de profunda reflexión, compartir y oración.
Este encuentro que se dio en la propia Nunciatura Apostólica, no solo fortaleció los vínculos entre los miembros de la Comunidad, sino que también reafirmó el compromiso de cada uno con el llamado de Dios, algo fundamental en el camino espiritual de la Comunidad Canción Nueva en Paraguay.
La tarde comenzó con una conversación amena y profunda entre el Nuncio y los miembros de la Comunidad, momento en el que se trataron varios temas de interés para Canción Nueva.
El Mons. Turturro, representante del Papa Francisco en la capital paraguaya, habló con gran celo sobre la importancia del llamado de Dios y cómo la vocación se sustenta en la fuerza de la convicción interna, la obediencia a la voz divina y una vida verdadera en el Espíritu Santo. Además, trajo palabras de crecimiento e inspiración, destacando la importancia de la fidelidad a la misión de cada persona dentro de la Iglesia.
Uno de los puntos más fuertes durante el encuentro fue la importancia del llamado de Dios en nuestras vidas. El Mons. Turturro enfatizó que una vocación no es algo superficial o temporal, sino una misión que requiere compromiso, sacrificio y, sobre todo, la certeza de que es la voz del Señor la que nos guía.
La Comunidad fue invitada a reflexionar sobre cómo la vocación se sostiene en el corazón de cada persona, siendo la convicción de que la voz de Dios es la que nos mantiene firmes, incluso ante los desafíos de la vida.
Este encuentro fue, sin duda, un hito para todos los presentes. La formación reforzó el espíritu de unidad y fidelidad dentro de la Comunidad Canción Nueva en Paraguay, fortaleciendo aún más los vínculos entre los miembros y con la misión de la Iglesia. La presencia del Mons. Vincenzo Turturro, como representante del Papa, aportó también una dimensión universal al encuentro, recordando a todos la importancia de vivir en sintonía con la Iglesia y los designios de Dios.
Luego del momento formativo, todos fueron invitados a participar de un momento de Adoración al Santísimo Sacramento, que tuvo lugar en la capilla de la Nunciatura Apostólica. Este momento es de suma importancia para cada miembro de la Comunidad, ya que es uno de los pilares espirituales del carisma, fue, sin duda, un momento de intimidad con Dios, en el que los miembros pudieron renovar su compromiso de seguir el llamado divino con fidelidad y gratitud.
Este momento de oración fue también una oportunidad para reflexionar sobre el significado de estar en misión y la fuerza que la presencia de Cristo Sacramento trae a la vida comunitaria.
Y, como si toda esto fuera poco, también hubo un espacio para el compartir ameno y fraterno en torno a la mesa, donde se pudo vivir otro de los principios del carisma: la vida fraterna, renovando los corazones en el espíritu de hermandad entre todos, porque como bien lo decía nuestro padre fundador, el padre Jonas Abib “la vida fraterna nos rehace”.
Un momento de renovación espiritual: la adoración
Para los miembros de la Comunidad Canción Nueva este encuentro no solo fue una oportunidad de crecimiento espiritual, sino también un momento de renovación interior en la Adoración.
La Adoración al Santísimo Sacramento es una invitación a cada miembro a volver siempre a lo esencial: la escucha atenta de la voz de Dios. El llamado de Dios es algo único y personal, y este momento fue un recordatorio de que, para permanecer firmes en nuestra vocación, es necesario cultivar una relación constante con el Señor, a través de la oración, la adoración y la escucha atenta de su voz.
La reflexión sobre el llamado de Dios fue una invitación para que cada miembro de la comunidad confirme su fe y convicción en el propósito divino para sus vidas.
Que este evento siga resonando en el corazón de todos, recordándonos la importancia de seguir fielmente la voz de quien nos llamó a esta gran misión.
¡Qué gracia es tocar en la generosidad de Dios que providencia todo en nuestra vida personal y comunitaria!