El Día Internacional de la Mujer, celebrado cada 8 de marzo, es una fecha que trasciende fronteras y culturas. También es una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la mujer en la sociedad, su fortaleza y su capacidad de transformar el mundo.
En Paraguay, el 8 de marzo es una fecha para recordar la lucha de las mujeres y su papel en la construcción de la sociedad y la familia. Aunque no es un feriado nacional, se realizan charlas y eventos culturales que buscan visibilizar los desafíos que aún enfrentan las mujeres.
Además, se reconoce el papel histórico de las mujeres paraguayas, quienes, tras la Guerra de la Triple Alianza (24 de febrero), demostraron una fortaleza admirable al reconstruir el país. La dedicación y el sacrificio de estas mujeres se convirtieron en el pilar sobre el cual se levantó una nueva nación. Desde trabajar arduamente en el campo hasta asumir roles de liderazgo, las mujeres paraguayas mostraron una resiliencia y un espíritu inquebrantable.
Su capacidad para enfrentar adversidades y transformar el sufrimiento en actitudes es un legado que sigue inspirando a las generaciones actuales.
El origen histórico del 8 de marzo
El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en la lucha y el sufragio femenino. Un momento clave ocurrió en 1917, cuando las mujeres rusas iniciaron una huelga bajo el lema “Pan y paz”, exigiendo mejores condiciones de vida y el fin de la Primera Guerra Mundial.
Esta protesta, que comenzó el 23 de febrero según el calendario juliano (equivalente al 8 de marzo en el calendario gregoriano), llevó a la abdicación del zar y a la concesión del derecho al voto para las mujeres.
En paralelo a estas celebraciones, la Biblia nos presenta el modelo de la mujer virtuosa, que trae consigo muchos valores que estas mujeres nos han mostrado a lo largo de la historia y que está descrita en Proverbios 31.
La mujer virtuosa: Un modelo de fortaleza y gracia
Esta mujer es un ejemplo de fortaleza, sabiduría y compasión, cualidades que resuenan con las luchas y logros de las mujeres a lo largo de la historia.
Temor de Dios: “La mujer que teme al Señor merece ser alabada” (Proverbios 31, 30). La verdadera grandeza de una mujer radica en su relación con Dios. Como las mujeres paraguayas que reconstruyeron su nación, la mujer virtuosa encuentra su fuerza en la fe.
Humildad: La humildad es una virtud que se cultiva a través del servicio. Una mujer humilde, como muchas que lucharon por los derechos femeninos, transforma las dificultades en oportunidades de crecimiento espiritual.
Silencio interior: “Escucha, hija mía, mira y presta atención” (Salmo 45, 11). La capacidad de escuchar a Dios y al prójimo es esencial. La mujer virtuosa sabe cuándo callar y cuándo hablar con sabiduría.
Dominio de sí: Una mujer fuerte no actúa por impulsos, sino con paciencia y discernimiento. Este autocontrol es fundamental para enfrentar los desafíos de la vida.
Castidad: La castidad va más allá de la pureza sexual; es una actitud de dignidad y respeto en todas las relaciones.
Ternura: La ternura es una manifestación del amor que sana y transforma. Las mujeres, con su capacidad de amar, han sido pilares en la reconstrucción de sociedades devastadas.
Sabiduría: “La mujer sabia edifica su casa” (Proverbios 14, 1). La sabiduría permite vivir todas las virtudes con equilibrio y discernimiento.
El Día Internacional de la Mujer no es solo una fecha para regalar flores o disfrutar de un descanso.
Es un recordatorio de la lucha incansable de las mujeres por un mundo más justo, lleno de amor y misericordia.
Este día nos invita a reflexionar sobre el modelo de la mujer virtuosa, cuya fortaleza y gracia son un ejemplo para todas las generaciones y que todas las mujeres anhelan seguir.
Que este 8 de marzo sea una oportunidad para honrar a las mujeres que han marcado nuestras vidas: madres, abuelas, hijas. Apoyamos su lucha frente a las realidades que la vida presenta e inspirarnos en su ejemplo de fe, amor y sabiduría.
¡Mujer de Dios, esta invitación es para ti!
Te invitamos a ser parte de nuestro grupo de oración, un espacio de fe, encuentro y crecimiento espiritual. Nos reunimos lunes por medio a las 19:30 h en la Parroquia San Roque González de Santa Cruz (Lomas Valentinas 151, esquina Yegros, Asunción).
Juntas, queremos fortalecer nuestra espiritualidad, profundizar en el autoconocimiento y acercar aún más nuestro corazón a la voluntad de Dios.
Próximas reuniones:
10 y 24 de marzo
7 y 21 de abril
5 y 19 de mayo
2, 16 y 30 de junio
Ven, comparte este camino de fe con nosotras y fortalece tu corazón en la oración. ¡Te esperamos con alegría!