Estamos viviendo en una atmósfera del Espíritu… donde es posible sentir el pulso del corazón de Dios que se lanza a la salvación de la criatura humana, embiste todo para que yo y usted nos salvemos. Y una vez más necesito expresar mi alegría de reconocer a Dios hablando en los hechos (como divulgando varias noticias por la ciudad para que recibamos y percibamos su recado) en este pasado viernes, 6/07, estuvimos grabando sobre la acogida en la Jornada Mundial de la Juventud Rio 2013 que por la acción de la Divina Providencia nos llevó a la comunidad evangélica Palavra Viva de Monte Siao en Niterói. Lugar fantástico de vivencia y acogida de la Palabra de Dios, ciertamente un bello pretexto del Espíritu para que la unidad aconteciera explícitamente en ese día. Estábamos con el obispo de Barra do Piraí/Volta Redonda, Don Francisco Biasin que es el representante del Pontificio Consejo para el Ecumenismo, Izaías de Souza de la Com. Coração Novo y Silas Esteves con los consagrados de Palabra Viva, ellos para tratar de esa unidad en la diversidad y asuntos referentes a la JMJ y nosotros para grabar materia. Sólo una atmósfera de amor y unidad se fue formando allí y particularmente puedo afirmar que fui alcanzado de forma nueva por el Espíritu Santo que hizo caer las escamas de mis ojos para que notase de manera concreta el cumplimiento de la promesa “que todos sean uno para que el mundo crea”. Percibir la felicidad de Dios que nos da la gracia de también permanecer fieles a Su voluntad que es la salvación del mundo, pueblo de Dios, cuerpo de Cristo.
¿Ya se ha parado a reflexionar cuan fiel es Dios en su vida? ¿Percibe el mover de Su fidelidad como el único deseo de salvarse? No puedo negar (hasta ayer mismo de madrugada entramos en un compartir profundo sobre el amor de Dios que nos sustenta y de una forma u otra, comprendiendo o no, Él nos coloca en el eje de la fidelidad) no puedo negar que en mi vida, Canção Nova es el medio que Dios usa para que permanezca fiel, así puedo hablar también de los JSRJ (Jovens Sarados RJ) que como un nuevo impulso, viene a aliarse al Carisma para que mi vida sea una expresión de la fidelidad a Dios, así también en su vida la Iglesia, el grupo de oración, la pastoral y hasta el corresponder a la invitación de Dios por medio de las personas se vuelve el auxilio necesario para permanecer fieles a Dios y su amor.
Sé que hablar es bastante más fácil que vivir y por eso mismo Dios mismo proporciona en su providencia los medios par que ejerzamos nuestra fidelidad a El sea en el trabajo, en casa (familia) y hasta en la Iglesia. Es un hecho que somos tentados a realizar nuestros trabajos de cualquier forma como observamos en muchos segmentos de la sociedad y por eso sufrimos las consecuencias en la salud, en la educación, en la morada, en el transporte… y eso acaba por filtrarse en nuestra casa, cuando dejamos de alimentar nuestras relaciones pasando a vivirlas de cualquier forma llegando hasta los malos tratos y cosas peores. Y como dice el dicho: ¡costumbre de casa va a la plaza! En ese caso específico en la Iglesia pasamos a vivir la fe de forma relajada, o sea, nuestra fidelidad es minada de tal forma que corremos el riesgo de abandonar todo.
Necesito hablar también citando el retiro de jóvenes. ¿Cuántos hicieron el Maranathá? Piense también en aquel retiro que usted participó hace algún tiempo, su grupo de preparación para la Confirmación…¿cuántos han vivido esos momentos? ¿Y cuántos han perseverado? Dios es conocedor de todo y sabe exactamente de lo que necesitamos para una vida de fidelidad y coherencia. Por eso doy gracias todos los días por la Iglesia, por Cançao Nova y por tantos hombres y mujeres que pasaron por mi vida y como expresión del amor y del cuidado de Dios me ayudaron a permanecer fiel hasta hoy. Doy gracias a Dios por esa inspiración tan bella y fecunda que es el Grupo Jovens Sarados que como instrumento de salvación inspira, educa, auxilia e impulsa a tantos jóvenes en el camino de la salvación. Y todo eso porque Dios nos da cada día una porción de gracia, el auxilio del Espíritu Santo que como trampolín nos hace saltar cada vez más alto y permanecer en esa atmósfera de santidad fieles a los propósitos que asumamos.
Dios bendiga sus buenos propósitos