Devocional: Profecía del Avivamiento 47º dia

cancaonovaComenzamos nuestra experiencia en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra. Oración: Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Pedimos Señor que esta Palabra se vuelva viva y eficaz en nuestra vida, y no vuelva al Señor sin haber producido en nosotros el efecto.

Palabra: Santiago 5, 16b

“La oración perseverante del justo es poderosa”

Al leer esta palabra de la carta de Santiago, me he quedado preguntándome de donde brota la oración fervorosa de la que habla San Pablo. Sé que somos carismáticos y que muchos oímos hablar de oración fervorosa y pensamos en nuestras oraciones carismáticas donde oramos en voz alta, con gritos, clamores, cánticos, con mucha oración en lenguas y profecías. No cabe ninguna duda de que hay mucho fervor en nuestra oración comunitaria, en las adoraciones comunitarias, en los momentos en que rezamos en el monte, cuando nos colocamos en intercesión profética, es perceptible el fervor.

Mi gran pregunta es la siguiente: cuando estamos orando en lo escondido, ¿hay fervor? Y en nuestro día a día de trabajo, cuando no estamos con los hermanos avivados o en nuestro grupo de oración, ¿nuestra oración es fervorosa? Me gustaría que no identificáramos la oración fervorosa con gritos y clamor en lenguas sino con oración constante y disciplinada. Te confieso que paso la mayor parte del tiempo de mi vida de oración en silencio, orando mentalmente, o en lenguas en voz bajita, sin que nadie me vea ni se dé cuenta, pero estoy en oración constante. La oración fervorosa es la oración de intimidad con Dios, de amistad, de escucha, es colocar la cabeza en el pecho de Jesús y escuchar los latidos de Su corazón que nos hablan del tamaño de amor que tiene por nosotros.

El fervor se adquiere en la intimidad, en la amistad con la Santa Trinidad: con el Padre, con Hijo y con el Espíritu Santo. Es hablar con Dios; pero principalmente es escucharlo. De esta oración es de donde brota nuestra expresión carismática, pentecostal, avivada. Es de ahí de donde brota la inspiración para nuestras predicaciones, es de esta intimidad de donde sacamos fuerza para continuar en el caminar en la fe. Los gritos cesan cuando el grupo de oración acaba, los clamores silencian cuando descendemos del monte, pero la oración de intimidad que nos hace continuar testimoniando debe permanecer.

Cree en la Palabra y toma conciencia: la oración fervorosa del justo tiene gran poder. Persevera en la oración de intimidad, silenciosa, colocando toda tu vida en esta oración y experimenta este gran poder que ella produce. Quien persevera gana mucho de Dios. Sin embargo, es necesario caminar en la justicia, en la voluntad de Dios para que el poder del Señor se manifieste en nuestra oración.

Mortificación: Colocarse a la escucha de Dios en este día y en la oración silenciosa, experimentar el fervor y con él el poder de Dios.

Oración y clamor: Señor Dios, tomo conciencia y creo fielmente en esta palabra de la carta de Santiago que nos revela que la oración fervorosa del justo tiene gran poder. La primera cosa que te pido es la gracia de vivir en la justicia, haciendo Tu voluntad en todo en mi vida. Dame la gracia de la perseverancia en la oración, de gastar tiempo en la oración silenciosa y fervorosa, acogiendo las direcciones, las palabras y todo aquello que tienes para mí. Sé que mi vida carismática depende del resultado de mi intimidad Contigo, sino será apenas ruido, gritería e histeria.

Te pido, Espíritu Santo de Dios, que me lleves a esta intimidad y a este abandono en las manos de Dios. Necesito Espíritu Santo el don de la perseverancia y el de la constancia, para que todos los días me coloque a los pies del Señor. Mi Jesús, Tú mismo dijiste que María había escogido la mejor parte al estar atenta a Tus pies, escuchando y viviendo la intimidad Contigo. Quiero estar a Tus pies, estoy escogiendo la mejor parte, pues no existe lugar mejor para estar que no sea a Tus pies. Quiero dar calidad y sentido a mi vida carismática, de avivamiento, en la oración de intimidad Contigo.

Deseo tener intimidad Contigo, Jesús, con el Padre y con el Espíritu Santo. Quiero imitarte Jesús, en Tu relación de amistad con el Padre. Todo lo que haga, quiero colocarlo en oración, todas las decisiones que tenga que tomar, quiero pasarlas por Tu corazón. Te pido apenas una cosa y es lo que más deseo: el don de la fidelidad. Ayúdame Señor, quiero ser fiel hasta el fin, dame fervor, dame unción, dame la gracia de hacer Tu santa voluntad. Amén. Aleluya.

(Deja ahora libremente que el Espíritu Santo te lleve a una experiencia de un gran clamor y de toda la revelación que Él tiene para tu vida).

Traducción al portugués

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